Debido a la cantidad de cosas que han ocurrido desde que salió el comunicado nº 3, vamos a dividir en varios apartados el comunicado nº 4, con la intención de comentar ordenadamente todo lo que ha ocurrido.
4.1.- Sobre el Plan de Ajuste, y su circunstancia.
Pasará a la pequeña intra-historia municipal el 14 de Junio de 2012 como el día en el que el Alcalde utilizó a una parte de la plantilla municipal para que hiciese de fuerza de choque contra la oposición en un Pleno.
Una asamblea que no necesitó ni plazo de comunicación (bastó con 5 minutos), ni duración comunicada (finalmente, fueron más de 3 horas de asamblea; y lo que hiciera falta: ese día no se trabajaba), lo único que se necesitaba era quien firmase la solicitud, porque hubiera sido demasiado cantoso que también la hubiera firmado el propio el Alcalde, aunque al fin y al cabo, fue él quien la convocó.
Pero no hubo que buscar mucho; en esta casa siempre hay cerca un mamporrero (o dos) cuando se le necesita. Rápidamente los engranajes sindicales y municipales se pusieron en marcha, y en media hora escasa se llenó el salón de plenos de trabajadores municipales “dispensados de servicio” con el noble objetivo de aplaudir al Alcalde y de paso justificar un nuevo bandazo de los enterradores de ideologías llamados San Frutos, Guillén y Pajares.
De este glorioso episodio nos quedarán también un par de tristes imágenes: por un lado, los jirones mugrientos de la palabra del aplaudido Alcalde, al resucitar el Patronato de Deportes el cual había enterrado meses antes en el mismo salón de plenos (inciso: imaginen la carita que se les quedó a los -pocos, afortunadamente- trabajadores del PMD que acudieron al Pleno al ver cómo se convertían en “las vueltas involuntarias” del pago de un oscuro negocio, el cual encima estaban aplaudiendo). Y también nos quedará la imagen, más patética que triste en realidad, de las cacerolas del día siguiente. “Si es jueves, aplaudimos; si es viernes, abucheamos”. En fin, allá cada cual con su bipolaridad.