Pedimos que el Alcalde le cese, y no su dimisión, ya que consideramos que esta persona carece de la necesaria dignidad política para tomar esta decisión y asumir sus consecuencias.
Contrasta mucho, especialmente en estos días, que los mismos que se envuelven en banderas monárquicas y exigen a todo el pueblo respeto para las instituciones del Estado, que ante casos así, claros ejemplos de desprecio por esas mismas instituciones, por la propia democracia y por el conjunto de la ciudadanía, miren para otro lado y mantengan en unos inmerecidos (pero bien remunerados) puestos de representación de este Ayuntamiento a quien patea con su sola presencia estos valores democráticos.
Este caso es especialmente grave, ya que recaen sobre el concejal agresor las competencias delegadas de Educación (¿qué ejemplo educativo puede dar este sujeto?) y Seguridad Ciudadana (sin comentarios), ambas tan sensibles y tan contrarias a actos como por los que ha sido condenado.
Cada minuto que pasa sin que el Alcalde tome las necesarias medidas, será un baldón mayor sobre su propia persona, ya que demuestra que: o carece de la autoridad necesaria para actuar, o bien apoya con su inacción al personaje condenado por agredir a un ciudadano, a quien también, como Alcalde, ha de representar.
Coslada, a 18 de junio de 2014
